Hoy vuelvo aquí, a mi refugio... Para deciros que estoy bien. Que los miedos no se me han ido, que me acompañan cada día, pero también lo hacen las ganas de vencerlos. Eterna pelea en mi cabeza que siempre deja un hueco para acordarme de ti.
Vuelvo aquí el último día de febrero esperando de corazón que el siguiente me dejen -mis compromisos- tener un hueco para pasarme antes del último de marzo...
Vuelvo un mes más tarde con las mismas ganas de escribir que siempre, de desahogarme con vosotros; con la pena de haber perdido 30 días de historias...
Pero, a pesar de lo que el tiempo demuestre..., aún es invierno.