jueves, 13 de febrero de 2014

Y Madrid será primavera para ti...

Las flores crecen, los árboles cantan y las nubes se levantan. Eso es la primavera. La mejor estación del año. Cuando florecen los cerezos, cuando el sol te calienta la cara, cuando la lluvia refresca. En cierto modo, tú eres primavera. A los que se acercan, los refrescas, les das vida. Eres un bonito desastre, como lo es la primavera... Tan impredecible como día de abril, que no sabes si lloverá o lucirá un sol radiante. Lo que decía, un bonito desastre. No hay luz más bonita que la que la primavera deja en los atardeceres... Y nada como ver un amanecer en mayo. Y es que, las primaveras son así... Los años (de más) se cuentan en primaveras y todo el mundo quiere robar abriles; nadie noviembres. A veces se anticipan para dar alegría y buenos días. Y otras tarda más porque hay que dejar lo mejor para el final. Los principios, en primavera, se convierten en historias. Y los finales, en bonitos.

Así es la primavera. Esa estación que quieres que dure para siempre. Y tú lo eres. Y Madrid, pronto, será primavera para ti...




lunes, 10 de febrero de 2014

¡Qué frío!

Calentarse la cara al calor de una vela puede ser un remedio, más o menos efectivo, para combatir el frío. Qué febrero más frío, por cierto. No hay manera de entrar en calor. Con su aire, con sus desaires, con todo. Con sus rincones en los que resguardarse. Febrero es frío, de siempre. ¿Pero tanto? La nariz helada, las manos frías... (y no sigáis el refrán... porque tengo el frío dentro).

Imaginaos que en pleno febrero, o diciembre o enero, caéis a un lago de agua helada... ¿cuántos días necesitaríais para volver a sentir el calor? Y me refiero al calor que calma, al que te hace cerrar los ojos porque estás realmente agusto. A ese calor. Al calor que hace tiritar. ¿Conocéis ese calor? Qué febrero más frío, mecachis. Llevo tanto tiempo sin tener frío de verdad que me voy a poner mala.

¿Sabéis? Yo es que nací en mayo. Con sus flores y sus cosas. No había copos, ni muñequitos de nieve. Y nací en Córdoba, qué en invierno bien, pero en primavera ya notas el calor. Qué frío, jolines.

Menos mal que febrero solo tiene veintitantos días y que luego llega marzo. Y después abril y mayo. ¿Y qué será de mi este nuevo mayo? Escalofrío. Qué frío. Miro cuadros de mi casa. Los leo. Los analizo. Y me lanzo un órdago en mitad de este frío desolador: "No abandones las ganas de hacer de tu vida algo extraordinario". Eso lo dijo Walt Whitman. Y yo me lo aplico.

martes, 4 de febrero de 2014

Mayor Tom

- Control de tierra llamando a Azahara.
  Control de tierra llamando a Azahara...
  ¿Está segura?
  Control de tierra llamando a Azahara...
  ¿Nos recibe?
- Sí.
- En ese caso, todo listo. Póngase el casco, el traje de burbujas.
- ...
- Control de tierra. Comienza la cuenta atrás.
  10...
    9...
    8...
    7...
    6...
    5...
    4...
    3...
    2...
    1.
   Comenzando...
- ...
- Control de tierra llamando a Azahara... ¿nos recibe?
- Sí. Supongo que todo empieza aquí... ¿no?
- Supone bien.
- Bien. Sí, todo empieza aquí. Es el momento...

- Este el control de tierra llamando a Azahara, ¿nos recibe?
- Me siento como el Mayor Tom, ¿recuerdan?. El de la canción de Space Oddity de Bowie...
- Puede ser, solo que no está en el espacio...
- Ya, claro... Solo es un salto.
- Exacto. Solo un salto.
- ¿Y qué pasará después?
- No lo sabemos, tendrá que contarnoslo luego.
- Ah... Pensé que dependía todo del control de tierra...
- Bueno, dependía cuando estaba en tierra.
- Ah. Vale.
- Esperamos noticias suyas pronto. Buen viaje.
- ¿Una última cosa?
- Por supuesto.
- Si tardo, recuerden que no me fui para siempre.
- Lo haremos llegar.
- Gracias, control.
- Buen viaje.




lunes, 3 de febrero de 2014

Todo tiene su sentido

Me he propuesto intentarlo. No quedarme con las ganas. No quedarme con las ganas... de nada. No perder nada. No ganar nada, y aún así -sabiéndolo-, jugar.

Jugar a no quedarme con las ganas.
Jugar a hacer como que juego sin jugar.
Jugar(mela).
Y en eso estamos, señores.

No tengo inspiración. Lo único que me llega es el eco de mi respiración y eso no sirve para nada, solo para saber que no estoy muerta (que ya es algo). Pero solo para eso.

¿Tenéis un peor enemigo? Yo sí. Creo. En momentos de lucidez me llevo bien con todo el mundo, si el cielo se me viene encima y empiezan a caer Estrellas®, la cosa cambia. Qué paradoja. Yo soy mi peor enemiga. Escribía hace tiempo (mucho) que, sin duda, yo soy la mujer de mi vida. Y repetía, ese mismo día, que aquello no era más que un canto a la soledad. He visto, porfin, La vida Secreta de Walter Mitty, y sí: a mi también se me va la olla como a él. Mezclo temas. Hablo varias conversaciones en una pero, leed atentamente: todo tiene su sentido. El tembleque incesante de la pierna tiene su sentido. El encender un pitillo al acabar otro, tiene su sentido. El ver globos del Vips y pensar en UP!, tiene su sentido también. Yo tengo mi sentido, que no es el sexto que se me presupone, es otro. El escribir sin sentido, tiene sentido. Es como hablar por hablar y... ¿cómo hablar si cada parte de mi mente es tuya?. El tembleque de la mano tiene su sentido: querer escribir y no saber cómo. Y de pronto... me relajo. Y amigos sí, la música sí amansa a las fieras.

A lo que iba, todo tiene su sentido. Pensarte, enumerarte, revolverme, vaciarme. Ocurre que... when you are smiling (que decía Benedetti) the whole world smiles with you. But when you aren't, todo es un desastre. Y es que todo tiene su sentido... Aunque nos cueste (o nos duela) verlo.

Besos.