jueves, 31 de diciembre de 2009

Wellcome 2010...

Sólo desearos que tengáis una noche muy feliz... Que no os atragantéis con las uvas (Cheetos Pelotazos en mi caso) y que déis la bienvenida al 2010 con una sonrisa que, por lo menos, os dure hasta 2011. Feliz año pimpollos!

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Musicalizándome

La música te teletransporta a lugares en los que estuviste, en los que no has estado y en los que, quizás, nunca estarás. Es un hecho cientificamente probado... por mi. De hecho, debería existir una lista de canciones que NO debes llevar en tu reproductor si vas sola, llueve y es de noche.

Ejemplo: Calle de Preciados. 19.30h. Está sonando Dancing Queen, termino de mirar unas cositas en una tienda y me pongo a caminar en dirección a la plaza de Callao. Está lloviznando, pero como no es del todo desagradable no me pongo la capota. No sé si es mi sensación pero todo la gente camina en dirección contraria. Y de repente... PLOF. Lo que en un principio me parecía una estampa idílica que me hacía dar minisaltitos al andar mientras escuchaba Dancing Queen se convierte en un paisaje tristísimo. Me paro, me pongo el gorrito y me seco la cara. Miro mi teléfono y... zas! Estaba escuchando "aleatoriamente" la canción de la Oreja de Van Gohg "Jueves". Normal. Lo raro fue que no me pusiera a llorar allí mismo.

"Jueves" no es una canción para escuchar mientras caminas.

Cojo y cambio de canción, "La Caza" de Lori Meyers. Deja de lloviznar incómodamente -o por lo menos me lo parece a mi- y me quito el gorrito. Sigo andando sin más sobresaltos hasta que... Placa!... "Sabrás que he cumplido firmemente, tú sabrás, mi promesa de quererte hasta el final...". Es "A salvo" de Vega. Me paro, me lo pienso varias veces, y me pongo otra canción, "Lolita", para que nadie se ofenda. :)

"A salvo" no es una canción para escuchar mientras caminas, es para escucharla en tu cuarto o en un concierto maravilloso.

La cosa es que la música es peligrosa -en el más sano sentido de la palabra, claro-.

Hoy me ha pasado algo similar. Llegué hace un rato de dejar a mis padres facturados en la T1. Mi mamá, cual perrillo abandonado -el gen del miedo a volar creo que me viene de ella- me da un beso y un abrazo. Papá hace lo mismo. Ea. Ya está... En una hora estarán montados en un avión rumbo a Ángela, es lo que tiene que tu niña mayor esté en EEUU. Como dice mi padre: abandonamos el nido... Y, mamá; montarte en un avión -que te da pavor- es otro, de los muchos, sacrificios que tienes que hacer por tus pequeñas.

A lo que iba, que ya en el coche, de vuelta, solica y un poco triste, pongo el CD. Primer disco que suena, ni idea. Lo cambio. Con el segundo disco empiezan a sonar unos acordes algo conocidos... Pongo la pista 9 de ese disco. "El Ruido"... Bah. Soy masoca. Llego a la Avenida de América con la lagrimilla colgando. Buf. Tengo que remediarlo, y tengo que hacerlo rápidamente.

Lo fácil hubiese sido poner en la radio "Atrévete" o algo de eso. Pero llegados a este punto... Sí, LLEGADOS A ESTE PUNTO, todos tenemos un/a hortera en nuestro interior. Pista 7. Volumen a 23. No falla... jajajajaja.

No puedo resistirlo. Imito a Bisbal. Poca gente me ha visto hacerlo, pero me encanta! Sólo hace falta que, al más puro estilo de Leire Pajín, se alineen ciertos astros para que tenga lugar el "acontecimiento histórico": varias cervezas, buen rollo interno... o en su defecto, una escoba (o micro del singstar) y que toque mañana de limpieza en La Latina.

Lo peor de estos arrebatos horterillas es que luego se te quedan en la cabeza...

"Al andalussssss, al andalusssssss, llevo tu nombre de noreeeeeeete a sur... ... Ahora sé dónde podré encontraaaaanla a la que todos llamaaaaaaaban... Al andalusssssss....!"

Genial. Si veo que no se me va de la cabeza me pondré "Jueves", ajo y agua.



martes, 29 de diciembre de 2009

Resoñarte

Me levanto con la sana intención de resoñarte... O mejor aún, de reverte.


Foto: Miriam S. :)

sábado, 26 de diciembre de 2009

Fun fun fun...

Una Navidad más. Un día menos. Un kilo más. Unos cuantos euros menos.

Tengo ganas de verte...

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Pero... ¿qué me estás contando?

Sé que quizás esta no sea la mejor terapia para superar mi miedo a volar, pero..., no puedo evitarlo. Hoy, como cada mañana, echo un vistazo a los distintos diarios digitales y me encuentro con dos noticias que hacen que salte, en mi cabeza, la siguiente, indignada, pregunta: ¿qué me estás contando?. Y sí, puedo parecer un poco borde (que lo soy) pero, si algo me caracteriza es mi incredulidad y que a mis años me sigan intentando convencer de que volar es "chupiguay" hace que mi cabeza se cierre en banda y piense (en ocasiones en alto): ¿estás en serio?.

Os dejo las noticias que hacen que cada vez que tengo que coger un avión me tome un Tranquimazim (because I'm worth it...).

Primera noticia

Segunda noticia


Mañana me voy a casa, en AVE, por supuesto.

Besos y Feliz Navidad.

martes, 22 de diciembre de 2009

Lotería...

Ahora que no me ha tocado la lotería pienso qué hubiese hecho con tantísima pasta...

- Compartirlo con la gente que más quiero.
- Elegir una casita en Madrid y comprarla.
- Hacer mil viajes (con avión privado...) a donde tú quieras.
- Ayudar a la gente que lo necesita.

Despues de enumerar las cosas que haría, me he dado cuenta de que la lotería me tocó el 26 de octubre de 2007.


lunes, 21 de diciembre de 2009

T.E.S

Y qué sucede
Si de pronto un día
Te das cuenta de que todo es mentira,
Y no sabes si meterte a loca
A puta
O a suicida,
O arrancarte el alma
Y sentarte en una silla,
Y ya medio gilipollas
Ver cómo pasa la vida.
¿Usted qué haría?

(Belén Reyes)



Foto: Miriam S. :)




viernes, 18 de diciembre de 2009

Did I say...

Esta mañana he recordado la película Mi vida sin mi... Empezaba esta entrada sin rumbo fijo, como casi siempre, y se me sobrecogí... Ahora, me pregunto si hoy te dije "te quiero"; si te di el beso de buenos días; si te dije que tuvieses cuidado con el coche, que me gustan tu sonrisa y tus ojos... No recuerdo si te di las gracias...



"Cariño, y ternura; colonias y besos... Te tengo, me tienes... Quisiera morirme agarrado a tus pechos..." (P. Guerra).

miércoles, 16 de diciembre de 2009

La Pasión

Salimos del amor
como de una catástrofe aérea
Habíamos perdido la ropa
los papeles
a mí me faltaba un diente
y a ti la noción del tiempo
¿Era un año largo como un siglo
o un siglo corto como un día?
Por los muebles
por la casa
despojos rotos:
vasos fotos libros deshojados
Éramos los sobrevivientes
de un derrumbe
de un volcán
de las aguas arrebatadas
y nos despedimos con la vaga sensación
de haber sobrevivido
aunque no sabíamos para qué.

"Babel bárbara" 1991 (Cristina Peri Rossi)


martes, 15 de diciembre de 2009

Fumar... o no fumar...

Llevo cierto tiempo pensando que debería dejar de fumar... Le llevo dando vueltas al tema desde hace un año y medio, que fue cuando dejé de fumar -durante tres dias- por última vez. Todo empezó como un día cualquiera, de esos que yo me levanto odiando ser fumadora... De despertarme con esa sensación a sentirme cobaya humana pasaron tan sólo unas cuantas horas. Al final del día ya era la "voluntaria" de un reportaje de hipnosis para dejar de fumar.

El día D se acercaba y yo seguía con mi miedo, para algunos absurdo, de salir de aquella sesión de hipnosis haciendo el pato... Y no me refiero a haciendo tonto, sino comportándome como un pato.

La historia salió bien. Me hipnotizaron, fue una sensación extraña..., pero salí del hotel y no tenía ganas de fumar. Ahora pienso que fue más producto de mi autosugestión que eficacia de la hipnosis. A los tres días volví a fumar y, así, hasta hoy.

La primera vez que lo dejé fue más real, y también más eficaz. Mis neuras de hipocondríaca y mi sentimiento de culpabilidad para con ciertas personas que un día -ya un poco lejano- conocí, consiguieron que no probase un cigarro durante ocho meses. Pero una noche, volví a caer. Y de esa hasta que me hipnotizaron, y desde que me hipnotizaron hasta esta noche.

Quizás sea por el tremendo dolor de cabeza que tengo, pero he pensado que el día 4 de enero lo dejo. De nuevo... Así que, si un día del año que viene me véis fumando me podréis llamar farsante, mentirosa, cobarde y todo lo que se os pase por la cabeza... Ojalá no os dé el gusto.

Mientras tanto, me seguiré sintiendo "algo" identificada con esta canción... (sólo y exclusivamente con la canción).

lunes, 14 de diciembre de 2009

viernes, 11 de diciembre de 2009

"Journey"

Emma Thomson trae a España (Madrid, más concretamente) la exposición "Journey". En ella podremos ver lo que supone la explotación sexual, que afecta a unos dos millones de mujeres y niñas en el mundo. Quizás de esta manera se nos mueva algo dentro y pongamos nuestro granito de arena para luchar contra otra (de muchas) forma de exclavitud.

La exposición estará hasta el día 15 de diciembre en el Retiro. Sería bastante útil para todos ir a verla.

Podéis ver de qué va la cosa aquí.

P.D: Siempre me cayó bien Emma Thomson, la recuerdo con cariño desde que vi "Los amigos de Peter".

Más...

Más de dos años. Más de setecientos treinta días. Más de mil cuatrocientas llamadas. Más de cien cenas. Más de quince contratos. Más de cinco "guerras civiles". Más de mil declaraciones. Más de doscientos compromisos. Más de treinta viajes. Más de cuatro países. Más de dos casas...

Han tenido oportunidades, pero nada... El diario no hablaba de ti, ni de mi.

Foto: Miriam S. :)

jueves, 10 de diciembre de 2009

COMIC BOOKS


Esta imagen que véis pertenece al comic book The Book of the Bunny Suicides y Return of the Bunny Suicides ("El libro de los conejitos suicidas" y "El regreso de los conejitos suicidas"), una serie de viñetas que ilustran las diversas formas por las cuales un conejito podría suicidarse. Una idea algo rocambolesca pero original y muy divertida de Andy Riley, autor también de Great Lies to Tell Small Kids ("Grandes mentiras para niños pequeños"), Load Mores Lies To Tell Small Kids ("Muchas más mentiras que contar a niños pequeños") y Selfish Pigs ("Cerdos cabreados").

Yo he leido la entregas I y II de los conejitos suicidas y "Grandes mentiras para niños pequeños" y, de verdad, no tienen desperdicio. Dejo mis viñetas favoritas de algunos de estos libros:





Estas imágenes de arriba pertenecen, como imagináis, al libro Load More Lies To Tell Small Kids. Y la de abajo a Selfish Pigs.



Hablando de Comic Books, es necesario nombrar mi favorito: Maus. El único comic book que ha obtenido el Premio Pulitzer. Art Spiegelman narra la historia de su padre, Vladek Spiegelman, durante el holocausto judio. A mi me dejó enganchada.



















Y, por último, Persépolis. Este comic book narra la historia autobiográfica de la iraní Marjane Satrapi. Cuenta cómo creció en un regimen fundamentalista islámico que la hizo abandonar su país.

Nada más por hoy. Espero que, si tenéis un ratito, hagáis una lectura diferente y leáis alguno de estos comic books.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Mr. Dimitri

Sin que sirva de precedente y avisando (para que nadie se acostumbre), escribo por segunda vez, en un día, aquí. Chicos, chicas, si algo os preocupa... Preguntadselo a Dimitri. Hacedme caso.

Rin rin...

Lo miro desafiante.

-No tienes cojones...- pienso.

Está inmóvil. Petrificado. Siempre lo hace, se queda parado esperando a que yo salte. Y obviamente, no lo hago. Pero, de pronto, cuando ya parecía que estaba todo en calma va el muy cabrón, y... ¡Zas! Se pone a sonar. Rin Rin...

Tengo que levantarme, me debo a mis quehaceres diarios. No puedo tener, un día más, la granja a barbecho.

Hay días en los que te mueves de la cama con tus propósitos claros -sabes qué ponerte...-. Otros, borrosos. Otros, ni sabes porqué te levantas. Llegados a este punto: Bienvenidos a mi tercera opción de día.

Hay mañanas, como ésta, que me dan ganas de dejar de ser del Barça. Y me pregunto: - ¿Para esto me levanto?-. Anda y que se vayan a la mierda. Y de paso, que se lleven mi despertador.

lunes, 7 de diciembre de 2009

El amor cuando no muere, mata.

Amaneció sin más complicaciones. Alex se levantó de la cama y bajó a desayunar.

En aquel pueblo a duras penas llegaba el pan del día y la cobertura se perdió por el camino en el momento en que alguien decidió poner Zarzalejos tan, tan, tan lejos... A medida que se iban acercando a ese paraje encantador –como se lo pintó Gerardo- más se separaban el uno del otro. Lo único cierto es que la verdad no tiene remedio. Y su verdad –la de Alex-, era que ya no le quería. Gerardo se lo olía y, según pensaba Alexandra, la había llevado allí para hacerle una encerrona.

Alex me contó a la vuelta, cuando ya pasó todo, que Gerardo estaba demasiado atento a todo lo que ella hacía. Le agobiaba mucho. Se sentía muy incomoda con él.

“Si me levantaba para coger un vaso de agua a la cocina, me seguía” -me comentaba aún un poco alterada-.

Y es que Gerardo pensaba desde hace algún tiempo que Alex estaba con otro tio porque la notaba rara. “Muy muy rara” -fueron sus palabras exactas-.

Cuando les conocí eran la pareja ideal. Se querían muchisimo. Se protegían constantemente. Ahora, quizás, me explique el porqué.

A pesar de llevar 4 años juntos, ninguno de los dos conocía a los padres del otro. Tampoco a sus respectivos hermanos. Sus amigos fueron mis amigos. Recuerdo como si fuese ayer el día en que me acerque para preguntarles por un bar de malasaña y, sin quererlo ni beberlo, acabamos mis amigos y ellos tomando cañas juntos. Desde entonces, hasta ahora… Joder qué fuerte.

Ambos, antes de conocerse, tuvieron una vida realmente apasionante. Con muchos viajes y experiencias que ojalá las hubiese vivido o las viva pronto yo. Realmente hacían una pareja increible. Yo creo que me enamoré de ellos. Eran mi ejemplo a seguir, mi pareja debía parecerse un poco a la que ellos tenían.

Yo asociaba que siempre fuesen ellos dos solos a su vida un tanto independiente y bohemia. No había domingos en casa de los padres de ninguno, ni sobrinos que llevar al cine. Se conocieron en una cafetería, ambos leían el mismo libro, los dos estaban solos, y se sonrieron. Hasta la forma de conocerse fue especial. Pero fue pasando el tiempo y ya nada de lo que hacían juntos tenía la intensidad de lo que hacían cuando eran Gerardo y Alexandra por separado.

Alex es enfermera en el 12 de Octubre. Gerardo era visitador médico. Me encantaba cuando me traía bolígrafos de propaganda y subrayadores que simulaban ser botes de pastillas y que me venían de perlas para subrayar el temario de la oposición.

En el entierro de Gerardo conocí a su madre. Qué tragedia. Pobre mujer. Nunca habían oido hablar de Alex, ni de mi, ni de ninguno de los chicos. Su padres pensaban que Gerardo estaba muy solo en Madrid.

En la conversación con la madre de Ger –lo llamábamos así, era más informal, no le pegaba un nombre tan serio- me dijo que desde que Ger era pequeño le enseñaron a tener cuidado con las relaciones con otras personas y a tomarse las pastillas “todos los días” –me insistió-. No quise preguntarle –aunque me moría de ganas de hacerlo- qué putas pastillas. Menos mal que no lo hice, ahora sé que de haberlo hecho le hubiese dicho –sin decir nada- que la vida de su hijo desde que se fue de Granada había sido una gran mentira.

Al funeral fuimos todos menos Alex, que estaba en el hospital. Llovía en Granada, caminé por el Paseo de los Tristes lloviendo y viendo, allí en lo alto, La Alhambra. Una imagen bonita y triste, muy triste.

Ayer me acerqué al hospital a ver a mi madre que estaba recuperándose de una lumbalgía y pensé en Alex... Me llegué a verla. Se ha abandonado, ya no se cuida. “Le echo mucho de menos” –me dice-. Su médico me ha dicho que está peor. Le ha afectado muchisímo. “Lo de aquel día fue una crisis bestial”. Esas palabras del doctor Conté se quedaron rondando en mi cabeza toda la tarde.

Ni Ger ni Alex se conocían después de 4 años juntos, a todas horas, cada día. Se escondían el uno del otro sin esconderse. Eran, al fin y al cabo, dos extraños más. Pero para ellos la vida, por fin les había sonreido y habían encontrado su pareja ideal. Ger no necesitaba las pastillas para estar con Alex ni Alex para estar con Ger. Para Ger, Alex había sido la cura de su esquizofrenia. La cura de la de Alex había sido Ger.

Y es que se parecían tanto que asustaban… Y es que Alex, a pesar de lo que decía, quería tanto a Ger…Y es que el amor cuando no muere, mata.