jueves, 11 de noviembre de 2010

Tentación

Cuántas veces construimos muros como obstáculos insalvables? No sirven de nada. Cuanto más alto llegan los ladrillos mayor es la tentación de mirar qué dejaste al otro lado...

Una manzana, una escalera... La tentación se puede materializar en cualquier objeto, pensamiento, acto, canción, gesto… Las tentaciones sobreviven a base de impulsos; golpes de efecto -voluntarios o no-.

Y es que qué hay más inofensivo que una manzana? Poca cosa... A no ser que estés en mitad de un paraiso donde lo único exclusivo sea Eva y la fruta prohibida.

Como dijo Oscar Wilde: "La mejor forma de librarse de la tentación es caer en ella".

Y cuánta razón tiene Wilde... Sólo hay que matizar: no vayas a una fruteria para librarte de la tentación.






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3 comentarios:

  1. Pocos hombres se fueron a la tumba con tanta razón acumulada como Wilde y pocos siguen acumulando más y más una vez muertos. Yo, por lo menos, caigo siempre en la tentación de dársela aún más cada vez que le leo.
    Por cierto, creo que a Ana Botella las manzanas sí le parecían peligrosas...

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  2. No sé cómo, pero acabé aquí.

    Siempre me ha fascinado esa frase de Wilde, porque es tan cierta como desafiante a su vez, que me produce unas ganas irremediables de comprobarla. Tus muros parecen estar relacionados con el olvido: cuanto más pretendas alejarte, cuanto más alto sea el muro, mayor es la tentación de asomarse para ver qué queda.

    Me gusta como escribes, mi más sincera enhorabuena. Creo que volveré a meterme donde no me llaman más veces, si se me permite claro.

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  3. Por supuesto. Las puertas están abiertas siempre... Aunque cada vez paso menos por casa (lamentablemente)... Bienvenida, me alegra que te haya gustado. Muchas gracias. :)

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