Un enanito con sentido del humor, nada que ver con Gruñón. Un enanito divertido para cuando estuvieses triste sentarme en tu hombro y -sin que tú te dieses cuenta- contarte cien anécdotas divertidas que consiguieran que lloraras de la risa. Nunca estarías triste.
Querría ser un enanito responsable, comprometido y organizado. Capaz de colarme en tu cabeza y con la escoba de ramas echar fuera todos los malos pensamientos, todas tus preocupaciones... Y así, al levantarte cada mañana, nada te quitaría la sonrisa.
Un enanito espabilado. De esos que se buscan las castañas y consiguen lo que se proponen, sea lo que sea. El alter ego de Pepito Grillo en enanito, sabiendo qué decir en cada momento.
Pero no lo soy.
Mido 1,70 cm, no tengo escoba y mis anécdotas te las sabes de memoria...
Me gustaría que ese enanito del que hablas tuviera un gemelo y fuese yo.
ResponderEliminarTengo a esa persona en la que me gustaría entrar y quitarle los pensamientos negativos y que no perdiese la sonrisa.
No tendrás escoba, ni te quedarán anécdotas por contar, pero jamás te faltarán las sonrisas (de esas que alegran el día).
ResponderEliminarSi me entero de alguna fórmula reductora descuida que te lo haré saber... ;) (y tú haz lo mismo...)
ResponderEliminarCuerdas Infinitas: No me quejo. Yo veo sonrisas preciosas allá donde miro. Solo hay que saber donde buscarlas.
Y sentado en su hombro diría: Eres una tía guay, eres una tía guay, eres una tía guay!!!
ResponderEliminarY yo quería un enanito de esos para mí :(
ResponderEliminarYo también quiero un enanito en mi hombro!!pero no tengo muy claro que existan...
ResponderEliminarTodo es imaginarlo... A lo mejor funciona. La psique es así de jodida.
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