La última vez que escribí era el sol el que dejaba, a su paso, la luz en mi ventana...
Hoy lo hace la luna. Esa luna que nunca cambia. Esa que sigue siendo la misma que me hacía caer rendida en la cama intentando describirla a los que no eran, como yo, unos lunáticos...
Y de tanto mirar a la luna... De tanto tratar entenderla. De tanto contar a todos como era, una noche decidió hacerme un regalo:
Se despidió para siempre y me lo envió; el lucero que más brillaba y el que -cada noche- más de cerca la acompañaba...
Y desde aquel día; soy una chica con suerte. Una chica con estrella.
Maravilloso. Sin más.
ResponderEliminarLa noche estrellada sobre el Ródano...mi cuadro favorito...debes ser distinta...
ResponderEliminar¿Distinta por qué? También es mi cuadro favorito, es una pasada.
ResponderEliminarPorque ese cuadro es súper especial y romántico...las estrellas reflejadas en el agua...el universo infinito y el amor...un momento en el que parar el reloj... en fin, se nota que me gusta, no? investigaré más tu blog...yo tuve uno hace tiempo, aunque ya no escribo en él...también está perdido flotando por la red...a ver si me pongo otra vez a escribir...
ResponderEliminar