Lo miro desafiante.
-No tienes cojones...- pienso.
Está inmóvil. Petrificado. Siempre lo hace, se queda parado esperando a que yo salte. Y obviamente, no lo hago. Pero, de pronto, cuando ya parecía que estaba todo en calma va el muy cabrón, y... ¡Zas! Se pone a sonar. Rin Rin...
Tengo que levantarme, me debo a mis quehaceres diarios. No puedo tener, un día más, la granja a barbecho.
Hay días en los que te mueves de la cama con tus propósitos claros -sabes qué ponerte...-. Otros, borrosos. Otros, ni sabes porqué te levantas. Llegados a este punto: Bienvenidos a mi tercera opción de día.
Hay mañanas, como ésta, que me dan ganas de dejar de ser del Barça. Y me pregunto: - ¿Para esto me levanto?-. Anda y que se vayan a la mierda. Y de paso, que se lleven mi despertador.
http://img15.imageshack.us/img15/5249/imagen1ew.png
ResponderEliminar