miércoles, 30 de diciembre de 2009

Musicalizándome

La música te teletransporta a lugares en los que estuviste, en los que no has estado y en los que, quizás, nunca estarás. Es un hecho cientificamente probado... por mi. De hecho, debería existir una lista de canciones que NO debes llevar en tu reproductor si vas sola, llueve y es de noche.

Ejemplo: Calle de Preciados. 19.30h. Está sonando Dancing Queen, termino de mirar unas cositas en una tienda y me pongo a caminar en dirección a la plaza de Callao. Está lloviznando, pero como no es del todo desagradable no me pongo la capota. No sé si es mi sensación pero todo la gente camina en dirección contraria. Y de repente... PLOF. Lo que en un principio me parecía una estampa idílica que me hacía dar minisaltitos al andar mientras escuchaba Dancing Queen se convierte en un paisaje tristísimo. Me paro, me pongo el gorrito y me seco la cara. Miro mi teléfono y... zas! Estaba escuchando "aleatoriamente" la canción de la Oreja de Van Gohg "Jueves". Normal. Lo raro fue que no me pusiera a llorar allí mismo.

"Jueves" no es una canción para escuchar mientras caminas.

Cojo y cambio de canción, "La Caza" de Lori Meyers. Deja de lloviznar incómodamente -o por lo menos me lo parece a mi- y me quito el gorrito. Sigo andando sin más sobresaltos hasta que... Placa!... "Sabrás que he cumplido firmemente, tú sabrás, mi promesa de quererte hasta el final...". Es "A salvo" de Vega. Me paro, me lo pienso varias veces, y me pongo otra canción, "Lolita", para que nadie se ofenda. :)

"A salvo" no es una canción para escuchar mientras caminas, es para escucharla en tu cuarto o en un concierto maravilloso.

La cosa es que la música es peligrosa -en el más sano sentido de la palabra, claro-.

Hoy me ha pasado algo similar. Llegué hace un rato de dejar a mis padres facturados en la T1. Mi mamá, cual perrillo abandonado -el gen del miedo a volar creo que me viene de ella- me da un beso y un abrazo. Papá hace lo mismo. Ea. Ya está... En una hora estarán montados en un avión rumbo a Ángela, es lo que tiene que tu niña mayor esté en EEUU. Como dice mi padre: abandonamos el nido... Y, mamá; montarte en un avión -que te da pavor- es otro, de los muchos, sacrificios que tienes que hacer por tus pequeñas.

A lo que iba, que ya en el coche, de vuelta, solica y un poco triste, pongo el CD. Primer disco que suena, ni idea. Lo cambio. Con el segundo disco empiezan a sonar unos acordes algo conocidos... Pongo la pista 9 de ese disco. "El Ruido"... Bah. Soy masoca. Llego a la Avenida de América con la lagrimilla colgando. Buf. Tengo que remediarlo, y tengo que hacerlo rápidamente.

Lo fácil hubiese sido poner en la radio "Atrévete" o algo de eso. Pero llegados a este punto... Sí, LLEGADOS A ESTE PUNTO, todos tenemos un/a hortera en nuestro interior. Pista 7. Volumen a 23. No falla... jajajajaja.

No puedo resistirlo. Imito a Bisbal. Poca gente me ha visto hacerlo, pero me encanta! Sólo hace falta que, al más puro estilo de Leire Pajín, se alineen ciertos astros para que tenga lugar el "acontecimiento histórico": varias cervezas, buen rollo interno... o en su defecto, una escoba (o micro del singstar) y que toque mañana de limpieza en La Latina.

Lo peor de estos arrebatos horterillas es que luego se te quedan en la cabeza...

"Al andalussssss, al andalusssssss, llevo tu nombre de noreeeeeeete a sur... ... Ahora sé dónde podré encontraaaaanla a la que todos llamaaaaaaaban... Al andalusssssss....!"

Genial. Si veo que no se me va de la cabeza me pondré "Jueves", ajo y agua.



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