Aquel jueves recuerdo que me levanté temprano. Vivía en Fernando El Católico, en un piso compartido con Irene, Eva y Pitt. Estudiaba primero de periodismo, mi vida era totalmente distinta a la de ahora. Creía en mi profesión, me sentía muy joven (a pesar de ser de las mayores de la clase), tenía una rutina muy amena. Era una chica de provincia a la que la capital le ofrecía mucho más que unos estudios universitarios. No tenía preocupaciones. Después de cuatro años de Ingenieria de Montes la única premisa que tenía para seguir haciendo lo que me daba la gana era aprobar todas en junio y todo apuntaba a que no tendría ningún problema en hacerlo.
Aquel jueves, en la biblioteca de arquitectura, recibí una llamada perdida de Yolanda. La miré y seguí con lo mio. A los dos minutos, volví a recibir otra llamada perdida. "Querrá algo..." -pensé-. Me levanté y me fui a la cafetería para desayunar y llamarla. Mientras salía de la biblioteca me llamó de nuevo. No le cogí porque no podía hablar. Otra llamada. Me preocupé. Llegué a la cafetería y me llamó mi hermana mayor.
-¿Oye estás bien?-, la pregunta ya indicaba que algo había pasado.
-Bueno, me he levantado a la 7.30, estoy cansada. ¿Qué pasa?-, le contesté.
-Un atentado de ETA en Atocha-.
-¿Murió alguien?-.
-Dicen que seis personas-.
-Joder, cabrones, no te preocupes, estoy bien. Hablamos luego-.
Mientras me acercaba a la barra de la cafetería para escuchar mejor las noticias en la radio le escribí un mensaje a Yolanda. Esperé a que Patricia terminase su examen y nos fuimos para Moncloa. Pasé toda la mañana pegada a la televisión y contestando al teléfono.
Han pasado seis años desde aquel jueves... Y la vida nos dió un vuelco.
Sé cómo me ha cambiado la vida y no sé hacia donde se dirige. Recuerdo lo que estaba haciendo ese jueves como si fuese el jueves pasado porque no creo que nadie haya podido olvidarlo. Y tampoco creo que lo pueda olvidar nunca.
Hoy, jueves 11 de marzo de 2010, solo espero que nunca más tenga en la memoria lo que hice un jueves, miércoles, martes o sábado de hace seis o siete años tal y como lo tengo ahora...
(Jueves, La Oreja de Van Gohg)
Siempre en el recuerdo.
Me ha gustado mucho lo que has escrito...
ResponderEliminarSupongo que cómo a cualquiera de nosotros, si ahora nos preguntasen por un deseo, diríamos PAZ Y AMOR.
Por desgracias,este tipo de sucesos son los que te hacen ver lo que de verdad importa, y no es el dinero, ni un buen coche o un buen puesto de trabajo.
Y por desgracia también, a mi tampoco se me olvida esa mañana de jueves perdida en una de las calles que salen de Atocha, con el móvil sin funcionar y sin saber a donde ir, porque mirase para donde mirase todo era un caos. Pffff, que horror!
Love you!
M.