Somos extremos. En nuestras decisiones, en nuestros pensamientos, en nuestros actos. Somos extremos. Tú eres blanco, yo soy negro. Tú controlas, yo salto.
Somos extremos sin haberlo planeado. Y aún planeándolo, cada uno está a un lado. Somos extremos sin quererlo, sin pensarlo. Tú de los infinitos, yo de lo limitado.
Y como cambian las cosas cuando llegan los paréntesis, que acotan por ambos lados...
Somos (los) extremos de dos vidas que se cruzaron. Si tú gritas, yo (sonrío y) me callo.
Somos (los) extremos de una cuerda, que cada uno apunta a un lado, pero unidos (al fin y al cabo).
Azahara.
Como me gusta el juego de palabras, la forma de hilar, la gracia al escribir. ... Me haces sonreir :)
ResponderEliminarCarla