viernes, 25 de abril de 2014

Salida de emergencia


Escribo desde un avión. Desde las alturas todo se ve de una manera diferente. Los problemas, por ejemplo, más pequeños; no porque dejen de importar, solo es una cuestión de distancia al suelo. En España quedan, de la mano de muchas cosas buenas. Así que... Let's fly away! Los viajes tienen objetivos principales, como este, y objetivos secundarios, como otros... Vengo con la intención de cumplirlos todos: Divertirme, acostumbrarme, echar de menos, beber y pensar (estos van juntos porque son realmente efectivos en pareja), reír a carcajadas, madurar, asumir, hacerme daño (lo que duele te hace aprender) y todo lo demás que venga será bien recibido. Estoy en el vuelo de ida por lo que tengo esa ventaja. Quizás en el de vuelta confiese que no sirvió de nada, que todo sigue igual... Que no he madurado, que resulta que beber y pensar -después de todo- no es tan buena combinación y que mi plan para hacerme daño y aprender ha resultado ser fatídico, y aún me queda mucha travesía por el desierto. A la vuelta os cuento, espero. Imagino que en la vida, como en los aviones, debe de haber una salida de emergencia.... Solo tengo que caminar sin pánico hacia ella.


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